Sunday, May 20, 2012

Derroche y Pantomima, Parte 2



Waldo Blusero Lopez

Segunda y última parte

De este lado estamos los cronopios.

La paradoja sobre participar o no en el actual proceso electoral debe de examinarse, al menos teóricamente, dentro de un contexto nacional, continental y global. De triunfar la derecha en nuestro país representaría la continuidad de un modelo ya agotado en el resto de Latinoamérica, un proceso cuyo vértice principal se encuentran en un proceso hegemónico de poder y dominación. Con casi un siglo de implementar políticas económicas y economías políticas destinadas a favorecer al capital financiero del norte, nuestro Estado, llámese PRI, o PAN, como buenos súbditos del orden económico mundial, han diseñado una estructura donde la manipulación y control ejercen presión sobre la mayoría. Con excepción del periodo Cardenista todo el andamiaje ha venido siendo un fiel representante de un Estado, cuya dirección a estado visiblemente orientada a un diseño económico que tiende a favorecer intereses extranjeros, la mayoría de las veces inspirados en un servil entreguismo y una vocación  hereditaria a la mezquindad. Un eventual triunfo del PRI ofrecería el marco perfecto para la consolidación de un neocolonialismo con toda su estela de privatizaciones. La misma historia evidencia el largo recetario de una dictadura mimetizada en un nacionalismo ramplón. El cúmulo de actos de pillaje ejercidos desde el mismo trono del poder, la corrupción sin límite que ha creado una reacción en cadena en los diversos órganos e instituciones que conforman la arquitectura del Estado mexicano, es apabullante.
De lo contrario, y es aquí donde el Olimpo financiero desea colocar vallas de contención política, el eventual arribo de una izquierda aunque traslucida y desteñida, significaría un posible acercamiento de este futuro gobierno al resto de países sudamericanos, los cuales se encuentran en un proceso de reordenamiento económico y político en las coordenadas que limitan o estrechan las relaciones entre los países de nuestro continente latinoamericano, tal como un día soñaron: José Martí, Simón Bolívar, Benito Juárez, Sandino y el Che, lo cual significaría un alejamiento de nuestra economía a la órbita del imperio y con ello, un vuelco en la política interna con los Estados Unidos. Lo que afectaría el control de sus políticas, para garantizarse el futuro del petróleo mexicano (y el del resto del planeta).

Examinando de soslayo estas dos eventualidades podemos suponer que los dados se encuentran cargados y evidentemente orientados a las necesidades presentes y futuras de la sociedad más consumista del planeta. Un viraje de timón o una reorientación económica más del lado de las mayorías, aún en su concepción light del purismo revolucionario, significaría una readecuación adicional a la incipiente y prometedora integración latinoamericana.

¿No oyes ladrar a los perros?

Entonces ¿Votar o no Votar? Bueno como toda moneda de uso y abuso tiene sus dos caras. Su Ying y su Yang, su propia contradicción y razón de ser. El escenario electoral, con todos sus glamures y pasarelas está en marcha. La tercera llamada se espera con ansiedad, en tanto despiertan algunos sectores anteriormente adormecidos por el PAN y el circo. El proceso justifica la futura rebatinga y el “no me den no’más póngame donde hay”, se multiplica. Aunado a la falta de credibilidad que emana del IFE entre un aullido de lobos.
Se entiende el descontento y la falta de credibilidad en el presente proceso electoral. Se entiende su intención de no votar o nulificar su voto para de esta forma mostrar su inconformidad al actual sistema político y a sus políticos, “que no es lo mismo pero es igual”, diría Silvio. 

No conviene perder de vista que la maquinaria que impulsa y promueve el capital foráneo, está moviendo sus hilos por así convenir a sus intereses, creer lo contrario sería pecar de ingenuidad. De regresar el PRI al poder ¿cuántas décadas de subyugación estaríamos dispuestos a tolerar, cuando para muestra basta un botón? Los gobiernos absolutistas o cacicazgos se han venido evidenciando en gobiernos tanto del PRI como del PAN y para no hacer malos quesos el PRD, como el caso de Sabines en Chiapas, el cual bajo el brillo de la lentejuela del sol azteca, ha venido golpeando a las comunidades en resistencia de Chiapas.  Decía Gramsci que todo partido político tiene en su germen los vicios de la sociedad que lo crea, de donde el servicio comunitario, el verdadero patriotismo, el humanismo, el espíritu de servicio, el vivir en armonía con nuestro entorno son para nuestra clase política un verdadero galimatías fonético y existencial.  Pero desgraciadamente es todo lo que tenemos hoy por hoy y justamente por lo que tenemos que bregar.


El abstenerse de participar de este circo electoral desgraciadamente conviene a las clases gobernantes, pues de esta manera manipulan a sus conveniencias nuestro voto. Se entiende que la izquierda oficial, no representa esa realidad utópica que bulle en la sangre de muchos de nosotros, pero es evidente también que se tiene que parar la batahola tricolor, es evidente que el equilibrio de nuestro propio entorno se encuentra en un peligro extremo, es evidente que la violencia a alcanzado niveles de terror social, es evidente la tala inmoderada de lo que queda de nuestros bosques es despiadada y la cual se revertirá en contra nuestra, es evidente que la corrupción oficial alcanza niveles de un siempre renovado escándalo. Pero también tenemos que reconocernos en los muchos otros que damos forma y substancia a esta nación. Todos somos Atenco, todos somos zapatistas, todos somos los golpeados, los secuestrados, todos somos los humillados, los que no cabemos en este mundo, siempre bocabajo, todos somos los marginados, los rechazados de las universidades, todos somos esa ilusión que viaja en tranvía en esa ciudad que poco a poco se desvanece, todos somos los silenciados, los mineros atrapados por la ignominia gubernamental, todos somos los ni nis que, como hongos después de la lluvia crecen como la flor más bella de la marginalidad, todos somos los enterrados y desaparecidos, los que sueñan, los que escarban con sus propias manos para sorber un poco de dignidad, ese bello antídoto que nos trae de vuelta a esta nuestra condición de hombres y mujeres libres.
Tengamos responsabilidad histórica, acerquémonos al razonamiento razonado, coloquémonos del lado biofílico, del lado sustentable y autogestionario de la vida, de la defensa de los derechos humanos de todos y todas dentro y fuera de nuestras fronteras geográficas y humanas. 

Demos un paso hacia el futuro, convirtámonos en ciudadanos de esta sociedad y de este mundo, ambos reflejos del espejo cósmico
.

Lenin comentaba que la lucha es dialéctica, como cualquier otro fenómeno que nos circunda en cualquier lugar de la sociedad, nación o sitio del universo: La lucha debe ser legal e ilegal. Legal utilizando todas las herramientas que la misma sociedad te ofrece, e ilegal; realizando un trabajo de concientización, organización y planificación, incluso clandestino, cuando las condiciones así lo reclamen. Así lo diseño y así lo ejecutó. Utilizó los elementos que su momento histórico le ofrecía en tanto estimulaba soterradamente un trabajo de organización.

Es entendible el descontento y ese tipo de abulia a involucrarse en la dinámica electoral. Yo mismo justifiqué y estimulé el voto en blanco, por ejemplo, pero las condiciones tanto universales como particulares tienen movilidad, no siempre son las mismas, aunque su apariencia sugiera serlo. En este proceso o encrucijada, donde las condiciones mundiales están gritando por un cambio especialmente en la dirección económica y el modelo generado por la economía más poderosa del planeta, en diversas latitudes y paralelos. Desde la primavera árabe, los indignados de España y diversos estados en Norteamérica, son indicadores que marcan una nueva dinámica de organización y movilización en contra de un sistema económico inhumano y depredador, que ha llevado al mundo a su última encrucijada. De modo que el no votar, en esta ocasión en particular, significaría una alineación al imperialismo global y un casi seguro alejamiento del área de influencia del resto de países latinoamericanos. El mapa de ruta rumbo a los pinos está dibujado con crayolas en alguna mesa elegante donde confluyen petroleros, mineros, estadistas (disque) y maromeros de las finanzas. El petróleo de México, así como sus saqueados e inagotables minerales, sus recursos naturales son el motivo de ese apatito voraz e insaciable de nuestro vecino del norte principalmente, aunque la manada de
hienas financieras se da en todas partes.


Entonces, antes de votar o no votar imaginemos por un momento un mapamundi, en donde todo cuenta, desde evitar tirar una bolsa de plástico en la banqueta, hasta un simple voto. ¿A quién quiero estimular con mi preferencia electoral, a un sistema que lleva nuestro mundo a una hecatombe o una alternativa que nos lleve de regreso, en lo posible, a nuestra condición humana?  
Entonces ¿To be or not to be? Dijo la question. 

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