Waldo Blusero Lopez
Segunda
y última parte
De este lado estamos los cronopios.
La paradoja sobre participar o no en el
actual proceso electoral debe de examinarse, al menos teóricamente, dentro de
un contexto nacional, continental y global. De triunfar la derecha en nuestro
país representaría la continuidad de un modelo ya agotado en el resto de
Latinoamérica, un proceso cuyo vértice principal se encuentran en un proceso
hegemónico de poder y dominación. Con casi un siglo de implementar políticas
económicas y economías políticas destinadas a favorecer al capital financiero
del norte, nuestro Estado, llámese PRI, o PAN, como buenos súbditos del orden
económico mundial, han diseñado una estructura donde la manipulación y control
ejercen presión sobre la mayoría. Con excepción del periodo Cardenista todo el
andamiaje ha venido siendo un fiel representante de un Estado, cuya dirección a
estado visiblemente orientada a un diseño económico que tiende a favorecer
intereses extranjeros, la mayoría de las veces inspirados en un servil entreguismo
y una vocación hereditaria a la
mezquindad. Un eventual triunfo del PRI ofrecería el marco perfecto para la
consolidación de un neocolonialismo con toda su estela de privatizaciones. La
misma historia evidencia el largo recetario de una dictadura mimetizada en un
nacionalismo ramplón. El cúmulo de actos de pillaje ejercidos desde el mismo
trono del poder, la corrupción sin límite que ha creado una reacción en cadena
en los diversos órganos e instituciones que conforman la arquitectura del
Estado mexicano, es apabullante.
De lo contrario, y es aquí donde el Olimpo
financiero desea colocar vallas de contención política, el eventual arribo de
una izquierda aunque traslucida y desteñida, significaría un posible
acercamiento de este futuro gobierno al resto de países sudamericanos, los
cuales se encuentran en un proceso de reordenamiento económico y político en
las coordenadas que limitan o estrechan las relaciones entre los países de
nuestro continente latinoamericano, tal como un día soñaron: José Martí, Simón Bolívar,
Benito Juárez, Sandino y el Che, lo cual significaría un alejamiento de nuestra
economía a la órbita del imperio y con ello, un vuelco en la política interna con
los Estados Unidos. Lo que afectaría el control de sus políticas, para
garantizarse el futuro del petróleo mexicano (y el del resto del planeta).
Examinando de soslayo estas dos
eventualidades podemos suponer que los dados se encuentran cargados y
evidentemente orientados a las necesidades presentes y futuras de la sociedad
más consumista del planeta. Un viraje de timón o una reorientación económica
más del lado de las mayorías, aún en su concepción light del purismo
revolucionario, significaría una readecuación adicional a la incipiente y
prometedora integración latinoamericana.
¿No oyes ladrar a los perros?
Entonces ¿Votar o no Votar? Bueno como toda
moneda de uso y abuso tiene sus dos caras. Su Ying y su Yang, su propia
contradicción y razón de ser. El escenario electoral, con todos sus glamures y
pasarelas está en marcha. La tercera llamada se espera con ansiedad, en tanto
despiertan algunos sectores anteriormente adormecidos por el PAN y el circo. El
proceso justifica la futura rebatinga y el “no me den no’más póngame donde hay”,
se multiplica. Aunado a la falta de credibilidad que emana del IFE entre un aullido
de lobos.
Se entiende el descontento y la falta de
credibilidad en el presente proceso electoral. Se entiende su intención de no
votar o nulificar su voto para de esta forma mostrar su inconformidad al actual
sistema político y a sus políticos, “que
no es lo mismo pero es igual”, diría Silvio.
No conviene perder de vista que la maquinaria que impulsa y promueve el capital
foráneo, está moviendo sus hilos por así convenir a sus intereses, creer lo
contrario sería pecar de ingenuidad. De regresar el PRI al poder ¿cuántas
décadas de subyugación estaríamos dispuestos a tolerar, cuando para muestra
basta un botón? Los gobiernos absolutistas o cacicazgos se han venido
evidenciando en gobiernos tanto del PRI como del PAN y para no hacer malos
quesos el PRD, como el caso de Sabines en Chiapas, el cual bajo el brillo de la
lentejuela del sol azteca, ha venido golpeando a las comunidades en resistencia
de Chiapas. Decía Gramsci que todo
partido político tiene en su germen los vicios de la sociedad que lo crea, de
donde el servicio comunitario, el verdadero patriotismo, el humanismo, el
espíritu de servicio, el vivir en armonía con nuestro entorno son para nuestra
clase política un verdadero galimatías fonético y existencial. Pero desgraciadamente es todo lo que tenemos
hoy por hoy y justamente por lo que tenemos que bregar.
El abstenerse de participar de este circo
electoral desgraciadamente conviene a las clases gobernantes, pues de esta
manera manipulan a sus conveniencias nuestro voto. Se entiende que la izquierda
oficial, no representa esa realidad utópica que bulle en la sangre de muchos de
nosotros, pero es evidente también que se tiene que parar la batahola tricolor,
es evidente que el equilibrio de nuestro propio entorno se encuentra en un
peligro extremo, es evidente que la violencia a alcanzado niveles de terror
social, es evidente la tala inmoderada de lo que queda de nuestros bosques es
despiadada y la cual se revertirá en contra nuestra, es evidente que la
corrupción oficial alcanza niveles de un siempre renovado escándalo. Pero
también tenemos que reconocernos en los muchos otros que damos forma y
substancia a esta nación. Todos somos Atenco, todos somos zapatistas, todos
somos los golpeados, los secuestrados, todos somos los humillados, los que no cabemos
en este mundo, siempre bocabajo, todos somos los marginados, los rechazados de
las universidades, todos somos esa ilusión que viaja en tranvía en esa ciudad
que poco a poco se desvanece, todos somos los silenciados, los mineros
atrapados por la ignominia gubernamental, todos somos los ni nis que, como
hongos después de la lluvia crecen como la flor más bella de la marginalidad,
todos somos los enterrados y desaparecidos, los que sueñan, los que escarban
con sus propias manos para sorber un poco de dignidad, ese bello antídoto que
nos trae de vuelta a esta nuestra condición de hombres y mujeres libres.
Tengamos responsabilidad histórica, acerquémonos al razonamiento razonado,
coloquémonos del lado biofílico, del lado sustentable y autogestionario de la
vida, de la defensa de los derechos humanos de todos y todas dentro y fuera de
nuestras fronteras geográficas y humanas.
Demos un paso hacia el futuro, convirtámonos en ciudadanos de esta sociedad y
de este mundo, ambos reflejos del espejo cósmico
.
Lenin comentaba que la lucha es dialéctica,
como cualquier otro fenómeno que nos circunda en cualquier lugar de la
sociedad, nación o sitio del universo: La lucha debe ser legal e ilegal. Legal
utilizando todas las herramientas que la misma sociedad te ofrece, e ilegal;
realizando un trabajo de concientización, organización y planificación, incluso
clandestino, cuando las condiciones así lo reclamen. Así lo diseño y así lo
ejecutó. Utilizó los elementos que su momento histórico le ofrecía en tanto
estimulaba soterradamente un trabajo de organización.
Es entendible el descontento y ese tipo de abulia a involucrarse en la dinámica
electoral. Yo mismo justifiqué y estimulé el voto en blanco, por ejemplo, pero
las condiciones tanto universales como particulares tienen movilidad, no
siempre son las mismas, aunque su apariencia sugiera serlo. En este proceso o
encrucijada, donde las condiciones mundiales están gritando por un cambio
especialmente en la dirección económica y el modelo generado por la economía
más poderosa del planeta, en diversas latitudes y paralelos. Desde la primavera
árabe, los indignados de España y diversos estados en Norteamérica, son
indicadores que marcan una nueva dinámica de organización y movilización en
contra de un sistema económico inhumano y depredador, que ha llevado al mundo a
su última encrucijada. De modo que el no votar, en esta ocasión en particular,
significaría una alineación al imperialismo global y un casi seguro alejamiento
del área de influencia del resto de países latinoamericanos. El mapa de ruta
rumbo a los pinos está dibujado con crayolas en alguna mesa elegante donde
confluyen petroleros, mineros, estadistas (disque) y maromeros de las finanzas.
El petróleo de México, así como sus saqueados e inagotables minerales, sus recursos
naturales son el motivo de ese apatito voraz e insaciable de nuestro vecino del
norte principalmente, aunque la manada de
hienas financieras se da en todas partes.
Entonces, antes de votar o no votar
imaginemos por un momento un mapamundi, en donde todo cuenta, desde evitar
tirar una bolsa de plástico en la banqueta, hasta un simple voto. ¿A quién
quiero estimular con mi preferencia electoral, a un sistema que lleva nuestro
mundo a una hecatombe o una alternativa que nos lleve de regreso, en lo posible,
a nuestra condición humana?
Entonces ¿To be or not
to be? Dijo la question.